después de un tratamiento ortodóncico. En este mismo contexto, Sáenz et al. (14) reportaron
a la abfracción como la LCNC más común, y las piezas más afectadas los dientes posteriores
o aquellas que se encontraban junto a espacios edéntulos.
Los principales factores de riesgo identificados fueron la ingesta de alimentos ácidos con
un 18.94%, el consumo de alcohol con un 17.06%, el uso de prótesis parcial removibles con
ganchos con un 15.02%, y morder objetos duros con un 14.55%. Cabe indicar que en algunos
casos un mismo paciente presento más de un factor de riesgo. En este sentido, Azar et al. (6)
demostraron que el uso de cepillos duros, el consumo de alimentos cítricos, la edad avanzada
y el consumo de alcohol son factores determinantes en la presencia de estas lesiones. Así
mismo, Gutiérrez et al. (9) identificaron factores de riesgo en el consumo de jugos, frutas
ácidas, bebidas deportivas, alcohol y drogas, llegando a la conclusión que la falta de control
sobre estos factores reduce el esmalte cervical de manera progresiva y explican la necesidad
desplegar estrategias preventivas y correctivas para minimizar su avance. Por su parte,
Martínez y Aguirre (15) destacan el deterioro estructural de tipo erosivo donde es frecuente el
consumo de alimentos con alto contenido de azúcar como los refrescos carbonatados y las
bebidas para deportistas. Molina et al. (16) reconoce como factores favorecedores de la
abrasión dental el contacto de los dientes con instrumentos musicales metálicos (uso de la
armónica), tratamientos de raspado y alisado radicular y el uso de prótesis con retenedores
metálicos.
Con respecto a los hábitos de higiene bucal, concretamente el tiempo que transcurre
entre la ingesta de alimentos y el cepillado dental, se registró que el 73,13% de los pacientes
encuestados esperan más de 30 minutos. Lo que coincide con el estudio de Cayo-Rojas et al.
(17), donde se comprobó que un pH salival crítico desmineraliza los cristales de hidroxiapatita
debido a que después de comer el pH desciende a nivel más bajo en los primero 5 minutos y
se recupera aproximadamente a los 40 minutos. Por lo cual, se recomienda cepillarse los
dientes una vez el pH salival se regenere.
Con respecto al tipo de cerdas del cepillo dental, el 52,50% desconoce el tipo de cerdas
de su cepillo dental, lo cual puede contribuir a la prevalencia de lesiones como la abrasión; en
este aspecto Elmarsafy et al. (18) enfatizaron que el desgaste dental es alto en adultos, con
mayor afectación en dientes anteriores y asociado al uso de cepillos de cerdas duras,
masticación unilateral y al consumo de alimentos ácidos. De la misma manera, González et