la salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que a nivel mundial
600.000 millones de personas padecen ETAs por cada año, 420.000 corresponde a muertes
la población más vulnerable con 125.000 muertes son los niños menores de 5 años. Estas
cifras permiten manifestar que las ETAs tienen una carga mundial comparable con las
enfermedades infectocontagiosas como VIH, Malaria y tuberculosis (2), (3), (4).
La Organización Panamericana de la salud manifiesta que a nivel del continente
americano para el año 2021 aproximadamente 77 millones de personas padecieron de ETAs
de las cuales 9.000 personas fallecieron. Del total de estas cifras, 31 millones son niños con
una edad menor a 5 años, falleciendo 2.000 niños. (5).
En cualquier momento de la producción el alimento puede ser contaminado por bacterias,
los casos reportados en Ecuador por la Subsecretaria Nacional de Vigilancia de la Salud Pública
(SNVSP) fueron o 5.626 casos en el año de 2024, el grupo de edad afectado oscila dentro de
las edades de 20 a 49 años, estas cifras corresponden a intoxicaciones bacterianas. A nivel de
Manabí en el año 2024 se reportaron 142 casos de intoxicaciones alimentarias bacterianas, por
ende, radica la importancia de conocer la presencia de inocuidad de cárnicos a nivel de
mercados municipales (6).
Actualmente Escherichia coli es considerado un indicador fundamental de contaminación
fecal, bacteria anaerobia facultativas Gram negativa encontrada en tracto intestinal de todos
los animales de sangre caliente y en humanos, la mayoría de las cepas forman un ambiente
simbiótico con el humano, no obstante, existen seis cepas patógenas: enteroinvasiva,
enteropatógena, de adhesión difusa, enterotoxigénica, enterohemorrágica y enteroagregativa.
(7).
El serotipo O157:H7 llamada también como enterohemorrágica es de importancia médica
debido a la capacidad de generar la toxina Shiga que provocan cuadros clínicos de
gastroenteritis leve causando inflamación en el colon seguido del daño renal, anemia y
trombocitopenia, la dosis infecciosa es mínima, de solo diez bacterias viables, siendo el ganado
vacuno su reservorio principal (8).
No existe evidencia que indique que la población manabita tiene información sobre la
inocuidad y los perfiles de susceptibilidad antimicrobiana en carnes, la ausencia de esta
información sería capaz de estar contribuyendo a prácticas de manipulación y consumo que
aumentan el riesgo de infecciones y diseminación de bacterias a nivel de mercados
municipales. Bajo este contexto, este estudio tiene como objetivo evaluar la presencia de
Eschaerichia coli en carne molida expendida en mercados municipales de Manabí con la