Perl epidemiológico del autismo en Latinoamérica
Morocho, Sánchez, Patiño
ISSN 2773-7438
VOLUMEN 1 NÚMERO 2 JULIO-DICIEMBRE 2021 Pág 22
Parto prematuro: Un 30% de los niños prematuros extremos presentarán síntomas de los TEA,
contra el 1% de los partos a término.
Infecciones maternas virales con alta temperatura: Incrementan el riesgo de autismo, no sólo
por el hecho de presentar ebre, sino por los factores infecciosos asociados y otros fenómenos
inmunológicos que tienen lugar, todo esto afecta el correcto desarrollo cerebral del producto.
Consumo de drogas: La cocaína, el alcohol, fármacos antidepresivos como los inhibidores
selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS) y el ácido valproico han sido considerados
responsables de la etiología de los TEA en varios casos.
Discusión
Considerando los datos de los artículos revisados, podemos comparar la cantidad de personas que
sufren de algún Trastorno del Espectro Autista en países desarrollados y en vías de desarrollados,
notando que en el 2013 la prevalencia por cada 10.000 habitantes en países como Francia y Suecia
fue de 4, mientras que en México fue de 30 a 116. La incidencia a nivel mundial de esta enfermedad
es variada, evidenciándose a lo largo de los años un incremento que se puede asociar a la mejoría
en las tecnologías para el diagnóstico.
En relación con otros trastornos del neurodesarrollo, el autismo tiene una mayor incidencia. De
acuerdo a las estadísticas presentadas en base al estudio de la Red Espectro Autista Latinoamérica,
Chile presenta una mayor población autista mientras que Argentina representa el país con menos
casos de esta enfermedad. Se debe analizar las razones para esta signicativa disminución en
esta nación latinoamericana, las cuales pueden estar relacionadas con el ambiente y el estilo de
vida que favorece la escasez de la enfermedad, sin dejar de considerar que estos datos pudieron
alterarse durante el proceso investigativo.
El diagnóstico de la enfermedad en Latinoamérica se da por una gran variedad de profesionales,
siendo quienes con más frecuencia lo diagnostican los psicólogos y neurólogos, y con menor
frecuencia los pediatras del desarrollo. En Ecuador, de acuerdo a las estadísticas, en las ciudades de
Guayaquil y Quito los profesionales que regularmente diagnostican el autismo son los psicólogos y
los psiquiatras, en una minoría el diagnosticó lo realiza un pediatra, incluso en algunos casos quien
detecta el problema es un experto en educación. En cambio, en Uruguay la valoración la suele
determinar un psiquiatra. Se puede evidenciar que, no está claramente denido a que especialidad
le compete el estudio de esta enfermedad, por lo cual las familias que requieren una evaluación
por sospecha de que uno de sus integrantes tiene la enfermedad no saben a quién recurrir, y esto
favorece a que se dé diagnósticos tardíos, y en algunos casos inadecuados.
Generalmente, las familias notan que sus hijos presentan ciertas conductas sociales atípicas a
la edad de 1 a 2 años, y el tiempo aproximado en el que obtienen el diagnóstico puede ser de 2
a 3 años, lo cual implica una gran cantidad de gastos en servicios de salud privados o públicos.
En Ecuador, los padres consultan por estos casos a partir del primer año de edad, sin embargo,
dado la poca información sobre este problema, existe una parte de la población, evidenciada en la
estadística, que consulta cuando el infante tiene cerca de 5 años o incluso más.
Conclusiones
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un trastorno del neurodesarrollo de causa genética,