La inteligencia emocional: Habilidad blanda indispensable para el personal de salud. Revisi n sistem tica
Emotional intelligence: Essential soft skill for health personnel. Systematic review.
https://orcid.org/0000-0002-0603-2287
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manab
https://orcid.org/0000-0002-4413-2959
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manab
Madelein Trinidad Mera Chancay
https://orcid.org/0000-0002-6339-5746
Sistemas M dicos SIME
https://orcid.org/0009-0006-1352-1608
Centro de salud Santa Ana, Distrito 13D04
https://doi.org/10.56124/saludcm.v3i5.011
RESUMEN
Introducci n: La inteligencia emocional en la salud laboral, especialmente en el rea de la salud es importante ya que ayuda a la gesti n de emociones propias y de los pacientes, mejorando la comunicaci n y la empat a. Adem s, habilidades como la autoconciencia y la regulaci n emocional son fundamentales para mejorar el desempe o laboral, productividad y calidad en el entorno familiar del personal de salud.
Objetivo: Analizar la evoluci n del desarrollo de la inteligencia emocional como habilidad blanda en el desempe o y bienestar del personal de salud.
Material y m todos: Se realiz una revisi n sistem tica con base a la informaci n que brinda la literatura de lo publicado entre 2019 y 2024 (5 a os). Las fuentes de informaci n que se utilizaron fueron Web of Science y Scopus. La b squeda estuvo basada en el estudio de las variables: Inteligencia emocional, habilidad blanda, personal de salud.
Resultados: Del an lisis de contenido de los art culos seleccionados se identificaron tres tem ticas principales: Importancia de la inteligencia emocional en la atenci n al paciente; Desarrollo de la inteligencia emocional en el personal de salud; Impacto de la inteligencia emocional en el bienestar del personal de salud.
Conclusiones: La inteligencia emocional es crucial en el personal de salud y otros campos debido a sus beneficios para mejorar la relaci n con los pacientes mediante una comunicaci n emp tica y una atenci n de calidad; es fundamental para reducir errores cl nicos, fortalecer el v nculo emocional entre el personal sanitario y los pacientes, mejorar el bienestar profesional y la satisfacci n laboral.
Palabras clave: Inteligencia emocional, habilidad blanda, personal de salud.
ABSTRACT
Introduction: Emotional intelligence in occupational health, especially in the area of health, is important as it helps manage one's own and patients' emotions, improving communication and empathy. In addition, skills such as self-awareness and emotional regulation are essential to improve work performance, productivity and quality in the family environment of health personnel.
Objective: Analyze the impact of emotional intelligence as a soft skill on the performance and well-being of health personnel.
Materials and methods: A systematic review was carried out based on the information provided by the literature published between 2019 and 2024 (5 years). The information sources used were Web of Science and Scopus. The search was based on the study of the variables: emotional intelligence, soft skills, health personnel.
Results: From the content analysis of the selected articles, three main themes were identified: Importance of emotional intelligence in patient care; Development of emotional intelligence in health personnel; Impact of emotional intelligence on the well-being of health personnel.
Conclusions: Emotional intelligence is crucial in health personnel and other fields due to its benefits to improve relationships with patients through empathetic communication and quality care; It is essential to reduce clinical errors, strengthen the emotional bond between healthcare personnel and patients, and improve professional well-being and job satisfaction.
Key words: Emotional intelligence, soft skills, health personnel.
Recibido: 20-06-2024 Aceptado: 17-07-2024
INTRODUCCI N
Los problemas de salud mental relacionados con el trabajo pueden dar lugar a una serie de condiciones que afectan la salud f sica y mental, as como condiciones que afectan los procesos cognitivos y el comportamiento de un trabajador, el mismo que pueden afectar el desempe o en el lugar de trabajo debido a los costos asociados con el aumento del ausentismo y la rotaci n de empleados, reducci n en el desempe o y productividad, aumento en las pr cticas laborales inseguras y en las tasas de accidentes (1).
Las habilidades blandas son auto desarrolladas y definidas como un conjunto de atributos personales. Este concepto es similar al manifestado en 1994 por la Divisi n de Salud Mental de la Organizaci n Mundial de la Salud (OMS), que indicaba que las habilidades para la vida son un c mulo de habilidades sociales que permiten al individuo pensar de manera cr tica, facilitar la toma de decisiones, la resoluci n de problemas y el establecimiento de relaciones saludables por medio de la inteligencia emocional y la comunicaci n efectiva (2).
La inteligencia emocional (IE) es fundamental en el personal de salud, ya que permite gestionar de manera eficiente las emociones tanto propias como de los pacientes. Al mismo tiempo la IE contribuye a mejorar la comunicaci n y la empat a en el mbito de la salud, especialmente en entornos de alta presi n, donde la capacidad de gestionar emociones puede afectar directamente la calidad del cuidado al paciente lo que le permite al personal de salud garantizar un ambiente de trabajo efectivo y una atenci n ptima a los pacientes (3).
Autores como Salovey, Caruso y Mayer definen a la inteligencia emocional como la capacidad para percibir y/o expresar las emociones, para asimilar y comprender las emociones del pensamiento, y para regular nuestras emociones. Mayer, Goleman y Saladino la relacionan con un conjunto de habilidades que incluyen la autoconciencia, la autorregulaci n, la automotivaci n, la empat a y las habilidades sociales (4). En el campo de la salud mental y en particular de la enfermer a, las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional se encuentran vinculadas con sentimientos de seguridad, sensaci n de servicio, seguridad social, comunicaci n verbal y no verbal, empat a, resoluci n de problemas, toma de decisiones, capacidad de ense ar, orientaci n a resultados y adem s habilidades t cnicas.
Es indispensable la reducci n del agotamiento laboral entre el personal de salud ya que se deber a considerar un objetivo b sico de la pol tica de atenci n en salud, por ello la IE, es un factor protector esencial frente a los riesgos psicosociales. Un estudio realizado en Lima el 2023 concluye que existe una relaci n directa y de intensidad moderada entre inteligencia emocional y desempe o laboral y que por ende hay una relaci n directa y de intensidad moderada entre atenci n emocional y desempe o laboral. Lo que crea una relaci n directa y de intensidad moderada entre claridad emocional y desempe o laboral pudiendo establecer una sinergia entre regulaci n emocional y productividad (5).
Por esta raz n los autores del presente estudio asumen la necesidad de analizar la evoluci n del desarrollo de la inteligencia emocional como habilidad blanda en el desempe o y bienestar del personal de salud, a partir de la realizaci n de una revisi n sistem tica de la literatura. Los hallazgos que se ilustren serian indispensables para detectar enfoques efectivos y desplegar una estrategia que asegure que los servicios de salud, sean sensibles a las propias emociones y las de su equipo, la poblaci n y que fomente la generaci n de estructura emocional al trabajo diario, adecuada para brindar servicios en un rea de conflicto por actos violentos y discriminaci n, con particularidades en el abordaje de la poblaci n, pero sobre todo en la formaci n de nuevos profesionales del rea.
MATERIALES Y M TODOS
En el presente trabajo se logr identificar que existe poca informaci n sistematizada sobre el tema a estudiar; por tal raz n se pretende dar respuesta a las siguientes interrogantes: Cu l es la importancia de la inteligencia emocional en la atenci n al paciente?, C mo se desarrolla la inteligencia emocional en el personal de salud?, Cu l es el impacto del desarrollo de la inteligencia emocional en el personal de salud? Estas interrogantes centran la atenci n hacia la evoluci n del desarrollo de la inteligencia emocional como habilidad blanda en el desempe o y bienestar del personal de salud.
Para su desarrollo se emple la metodolog a de revisi n sistem tica exploratoria, desde la ptica de Fern ndez y otros, (6) en la que se plantean y abordan preguntas que permiten identificar vac os sobre la base de la evidencia . Aspectos que son de mucha importancia para la investigaci n.
Se efectuaron exploraciones en la literatura de lo publicado entre 2019 y 2024 (5 a os). Las fuentes de informaci n que se utilizaron fueron Web of Science y Scopus. Se utilizaron como estrategia de b squeda en ingl s: Emotional intelligence AND soft skills AND health personnel ; en espa ol: Inteligencia emocional AND habilidad blanda AND personal de salud ; con respecto a su aparici n en el t tulo, el resumen y las palabras clave de los art culos.
Fueron recuperados 385 art culos entre ambas bases de datos. Los archivos se analizaron mediante el programa EndNote X20.4.1, para su normalizaci n y eliminaci n de duplicados. Los 241 archivos restantes de esta primera depuraci n se evaluaron a trav s de la correspondencia con el tema analizado, seg n el resumen y las palabras clave. Los criterios de inclusi n abarcaron los art culos del per odo definido, que respondieran a las palabras clave seleccionadas en espa ol e ingl s; y de revistas que se localizaran en las bases de datos seleccionadas para el estudio.
Se excluyeron documentos provenientes de otras tipolog as de repositorios de datos. Se seleccionaron un total de 36 art culos por su relevancia y correspondencia con el tema analizado. El diagrama de flujo de selecci n se muestra en la figura 1.
Fig 1. Proceso de selecci n de art culos.
RESULTADOS
Caracter sticas de los trabajos seleccionados
De los art culos recuperados de la bibliograf a encontrada en Scopus y la Web of Science, solo el 15% tom en cuenta como relevante para el estudio (36 trabajos en la ltima d cada). La importante producci n cient fica que existe sobre este tema ha permitido a los autores poder sistematizar de forma amplia los diversos criterios y opiniones cient fica que se encuentran en las diferentes literaturas. Esto se debe a que en los ltimos a os las personas. Esto puede deberse a una priorizaci n del tema debido a que esto permite comprender mejor las necesidades y preocupaciones en su vida profesional y personal, lo que conduce a una mejor comunicaci n y a una atenci n m s centrada en el paciente y su entorno.
En la figura 2, donde se comparan los art culos recuperados y los seleccionados de los ltimos diez a os, se observa un aumento productivo sobre la tem tica, lo que evidencia el creciente inter s en la investigaci n sobre el tema objeto de estudio:
Fig 2. Comparaci n entre art culos recuperados y los seleccionados como muestra.
La tabla 1 muestra la productividad por pa ses en cuanto a los 36 trabajos seleccionados. Se identifican 17 pa ses productores, entre los que se destacan Espa a (N = 6), Per (N = 6), Colombia (N = 4), Argentina (N = 3), como los de mayor alcance, seguidos por M xico (N = 2), Estados Unidos (N = 2), Suiza (N = 2), Alemania (N = 2), Croacia (N = 1), Polonia (N = 1), Chile (N = 1), Cuba (N = 1), Reino Unido (N = 1), Ecuador (N = 1), Pa ses Bajo (N = 1), Bolivia (N = 1), Panam (N = 1).
Tabla 1 - Productividad por pa ses
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Pa ses |
Cantidad de Trabajos |
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Espa a |
N = 6 |
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Per |
N =6 |
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Colombia |
N =4 |
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Argentina |
N =3 |
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M xico |
N =2 |
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Estados Unidos |
N =2 |
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Suiza |
N =2 |
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Alemania |
N =2 |
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Croacia |
N =1 |
|
Polonia |
N =1 |
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Chile |
N =1 |
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Cuba |
N =1 |
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Reino Unido |
N =1 |
|
Ecuador |
N =1 |
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Pa ses Bajos |
N =1 |
|
Bolivia |
N =1 |
|
Panam |
N =1 |
De igual forma se muestra una descripci n m s detallada de los art culos seleccionados se muestra en la tabla 2, donde est n representados los autores, el a o de publicaci n, la tipolog a de estudio.
Tabla 2 - Descripci n de la muestra seleccionada que constituye la base del estudio
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Autores |
Tem tica principal |
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Houtman I, Jettinghof K, Cedillo L, Team WHOO and EH. |
Sensibilizando sobre el estr s laboral en los pa ses en desarrollo: un riesgo moderno en un ambiente tradicional de trabajo. |
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Galleani G. Rodnie C. |
Coaching para educaci n emocional. |
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Agualongo LMR, Naranjo CPG, Chela DSA, Ledesma SKD |
Inteligencia emocional y los nuevos retos del personal de enfermer a |
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Mar a P. |
Descripci n de h bitos saludables e inteligencia emocional en alumnado con Necesidades Espec ficas de Apoyo Educativo. |
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Franco Rojas, F. I. |
Inteligencia emocional y desempe o laboral del personal de salud de un hospital nacional en Lima |
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Grima JS. |
Inteligencia emocional: retrato e importancia en profesionales de la salud. |
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Monasterio L. |
La inteligencia emocional y su influencia en las personas con roles de liderazgo en las organizaciones. |
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Koff MA |
Long-Term Goals and Self-Assessment Accuracy. 2021 |
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Jarosz J. |
Psychoeducational Role of Coaching in developing Emotional Intelligence and Well-Being. |
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Quiliano Navarro M, Quiliano Navarro M |
Inteligencia emocional y estr s acad mico en estudiantes de enfermer a. |
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Moriana JA, G lvez-Lara M. |
Psicoterapias y pseudoterapias en b squeda de la evidencia cient fica. la ciencia y la pr ctica profesional en psicolog a cl nica. |
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Peralta Espinoza AN |
Programas educativos en inteligencia emocional y empat a en estudiantes de Ciencias de la Salud. |
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Valiente YZ, Andr s IY, L pez ME. |
Educaci n en el trabajo y competencia comunicativa de estudiantes no hispanohablantes de Medicina. |
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Harris VW, Anderson J, Visconti B |
Social emotional ability development (SEAD): An integrated model of practical emotion-based competencies. Motivation and emotion. |
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Fl rez-Madro ero AC, Prado-Chapid MF |
Habilidades sociales para la vida: empat a, relaciones interpersonales y comunicaci n asertiva en adolescentes escolarizados. |
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Contreras Prieto ML |
Relaci n De La Inteligencia Emocional Con La Eficacia Laboral De Los Conductores De Servinaltra |
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Bromberg PM |
C mo tratar a los pacientes con s ntomas y s ntomas con paciencia: Reflexiones sobre la verg enza, la disociaci n y los trastornos alimentarios. |
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Jimenez V, Rodrigo L, Severino Arevalo PY |
Inteligencia emocional y estr s acad mico en los estudiantes de la carrera profesional de Educaci n Inicial de una universidad privada. |
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Romero Caballero |
Inteligencia emocional y desempe o acad mico en el rea de las matem ticas durante la pandemia. Revista de Ciencias. |
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Mendoza MAT, Reyna QT, Otero RNQ |
Salud emocional en el nivel superior. |
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Ure a RC, Peralta SR |
La importancia de la educaci n emocional en la formaci n integral de los estudiantes. |
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Moudatsou M, Stavropoulou A, Philalithis A, Koukouli S |
The role of empathy in health and social care professionals. Healthcare. |
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Nadler R, Carswell JJ, Minda JP |
Online mindfulness training increases well-being, trait emotional intelligence, and workplace competency ratings: A randomized waitlist-controlled trial. Frontiers in psychology |
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Wald HS. |
Optimizing resilience and wellbeing for healthcare professions trainees and healthcare professionals during public health crises Practical tips for an 'integrative |
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Dugu M, Sirost O, Dosseville F. A |
Literature review of emotional intelligence and nursing education. |
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Goleman D, Cherniss C |
Inteligencia emocional en el trabajo: C mo seleccionar y mejorar la inteligencia emocional en individuos, grupos y organizaciones. |
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Andersson H, Svensson A, Frank C, Rantala A, Holmberg M, Bremer A |
Ethics education to support ethical competence learning in healthcare: an integrative systematic review |
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Torres Vargas E, Fretel Quiroz NM, Coral Cevillano M, Ram rez Chumbe |
Inteligencia emocional y desempe o laboral de los profesionales de la salud de un hosp. |
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Eidman L, Bender V, Arbizu J, Lamboglia AT, Valle LC |
Bienestar emocional, psicol gico y social en adultos argentinos en contexto de pandemia por covid-19. Psychologia. |
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Faneite A, Fernando S |
Competencias emocionales de los docentes y su relaci n con la educaci n emocional de los estudiantes. |
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Jim nez Calder n AC |
Satisfacci n laboral y salud mental en los profesionales de salud de primera y segunda l nea durante el inicio de la pandemia por SARS-COV-2 en el Hospital III. |
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Cabrejos Luna AV, Montenegro Montenegro JA |
Nivel de Satisfacci n laboral del Profesional de Enfermer a en el servicio de Emergencia de un hospital II-2 MINSA. |
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Celis VC, Tlachino MJ, Solorza I , Garc a AE, Altamirano BD |
Satisfacci n laboral de los profesionales de enfermer a de un hospital de seguridad social de M xico. |
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Vila Damas M. |
Satisfacci n laboral y factores de motivaci n del personal de salud del Centro de Salud Pachacamac durante la pandemia, Lima 2021. 2022 |
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Bastidas GR, L pez RD, L pez RC |
La satisfacci n del ambiente laboral en el Departamento de Ciencias Econ micas, Administrativas y del Comercio de la Universidad de las Fuerzas Armadas. |
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Correa KP, lvarez LP, Escobar JV |
Inteligencia emocional y compromiso laboral. |
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Cruzalegui P, Achahui SC, Lozano DL, Campos LA |
Inteligencia emocional y satisfacci n laboral del personal Asistencial de la Cl nica San Juan de Dios. |
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Drigas A, Papoutsi C, Skianis C. |
Metacognitive and metaemotional training strategies through the nine-layer pyramid model of emotional intelligence |
Partiendo del an lisis de cada uno de los trabajos escogidos por los autores, se definieron tres tem ticas principales que sirvieron de gu a al estudio de los art culos seleccionados, para dar respuesta a las preguntas de la presente investigaci n.
Importancia de la inteligencia emocional en la atenci n al paciente
En la actualidad, es una habilidad en los procesos de selecci n, adem s, no solo en el mbito de la salud. Esto se debe a los beneficios que tiene. En el rea de la salud, por ejemplo, dada la importancia de las emociones en la salud del paciente, el profesional con habilidades emocionalmente inteligente tendr m s probabilidades de establecer una buena relaci n con el paciente (7). Por otro lado, favorece la comunicaci n paciente-profesional, ya que cultivar un clima en el que la cortes a, la confianza y la comprensi n se hagan patentes. En el aspecto emocional, se destacar , por tanto, la empat a y la capacidad de comprender las emociones del paciente.
La teor a de la inteligencia emocional fue popularizada en el a o 1995 por Daniel Goleman a trav s de un libro con el mismo nombre, pero fue Peter Salovey y John Mayer quienes desarrollaron el concepto en el a o 1990, defini ndola como "Habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con precisi n y para controlar y regular las propias emociones" (8). Posteriormente, Travis en 1987, puntualiz las principales reas de actuar de manera emocional: intercomunicaci n social, priorizaci n de metas a corto plazo y focalizaci n de las metas a largo plazo.(9,10) La inteligencia, es un concepto muy amplio y multidimensional que implica la combinaci n de diversas habilidades como son: percepci n y expresi n emocional, asimilaci n emocional, comprensi n con los datos emocionales y regulaci n de la propia emoci n.
Es importante fomentar la inteligencia emocional en los procesos de formaci n de estudiantes universitarios dado que estas habilidades permiten un manejo ptimo de las emociones, incrementando el grado de bienestar del individuo (11). Un profesional con capacidades emocionales desarrolladas disminuir el n mero de errores en la toma de decisiones cl nicas, lo que reducir el riesgo de da o de forma significativa. Adem s, un paciente satisfecho ser m s colaborador en su proceso de recuperaci n, lo cual permitir reducir los costes asistenciales.
Por lo tanto, en la formaci n del personal de salud se deben adquirir competencias emocionales, adem s de tener en cuenta en el tratamiento la situaci n del paciente, sus emociones y habilidades de afrontamiento a lo largo de su vida (12).
Misselbrook y Armstrong en su art culo "The meaning of holistic in medicine and nursing", afirman sobre la importancia de la relaci n con el paciente; asumiendo al ser humano con m ltiples dimensiones. La inteligencia emocional, por lo tanto, juega un papel crucial en la atenci n al paciente al establecer una conexi n m s profunda entre el personal sanitario y el paciente, promoviendo la empat a y la comprensi n de las necesidades emocionales del paciente (13).
Por consiguiente, se debe tratar al paciente reconociendo en l todos los niveles reconociendo la complejidad inherente a cada individuo. Esto significa comprender que cada paciente tiene una historia personal, valores, creencias, emociones y necesidades nicas que influyen en su experiencia de salud y enfermedad (14).
Autores como Mayer, Caruso y Salovey, plantean que es posible el desarrollo de competencias sin que previamente se haya dado un an lisis sobre qu son y para qu sirven las competencias antes de su desarrollo. Para desarrollar la inteligencia emocional, entre otros aspectos, la persona debe auto conocerse de manera eficiente y en este sentido hoy en d a existen varias herramientas con las que se puede empezar a trabajar si se tiene que desarrollar la inteligencia emocional. Son varios los modelos, siendo unos de los m s conocidos los relacionados con Daniel Goleman. Su propuesta de inteligencia emocional se ajusta a un modelo de competencias que se manifiestan m s en algunos ambientes que en otros, y que resultan factores predictores muy significativos del xito profesional.
El paciente debe sentirse escuchado, el silencio debe cumplirse y la mirada ayuda, no distrae en esta labor, pero no hay que olvidar que el 55% de la comunicaci n entre personas de nuestras mismas caracter sticas se produce sin palabras, por lo que es justificado que el 65% de los pacientes interrumpa a los m dicos durante los primeros 120 segundos de una conversaci n y que el 84% "dirija la conversaci n" para orientar al m dico de sus preocupaciones, miedos y ansiedades (15).
Tener empat a es cuando se da la conexi n con el paciente y se lo comprende, La empat a se puede medir y es una capacidad que se desarrolla gracias a procesos cognitivos y a procesos emocionales y de la propia personalidad. Una de las habilidades que tiene mucha relaci n con la empat a es la escucha en rgica (16).
La inteligencia emocional no s lo est asociada con la empat a y el asertividad, sino que es necesaria para llevar a cabo la labor asistencial con eficacia (17). Existen evidencias que muestran una relaci n entre lo que se conoce como "inteligencia emocional" y el rendimiento laboral del m dico, su satisfacci n profesional y su relaci n con los pacientes. Los profesionales de la salud necesitan sobre todo autogestionar las emociones.
Los profesionales de la salud tienen que afrontar pacientes preocupados, temerosos o angustiados por su salud, que en tal situaci n suelen verse invadidos por sentimientos de vulnerabilidad, lo que frecuentemente les incapacita para actuar con normalidad. Pudiendo mostrarse desmotivados e impacientes con el personal que lo atiende. Para algunos pacientes puede resultarle vergonzoso o amenazante revelar sus sentimientos de impotencia y rebosar n de modo defensivo y muy duro (18).
Son m ltiples los beneficios de una atenci n con inteligencia emocional en el entorno asistencial, tanto para ese paciente como para los profesionales a quienes se les brinda la atenci n. El trabajo desde un modelo asistencial que busque la excelencia debe integrar en su filosof a la pr ctica de t cnicas y habilidades basadas en la inteligencia emocional, que eviten la deshumanizaci n por parte del profesional y que tengan en cuenta los aspectos emocionales y familiares del paciente, con el fin de que el paciente no solo acepte el tratamiento de una forma oportuna, sino que se adhiera al mismo de forma activa y eficiente.
Desarrollo de la inteligencia emocional en el personal de salud
El estudio de la inteligencia emocional ha logrado una gran aceptaci n en reas directamente relacionadas con las ciencias de la salud y han demostrado la importancia para el bienestar personal, el buen desempe o en la profesi n y la calidad de la relaci n que tiene con el paciente. En el mbito de la salud, no es desconocido que este ejercicio profesional supone un conjunto de habilidades y destrezas, muchas de ellas de car cter social y emocional, que te ayudan a establecer y mantener relaciones terap uticas basadas en la confianza (19).
Para Caballero, inteligencia emocional en el trabajo es la capacidad que tienen las personas para manejar sus emociones de forma razonable para relacionarse de forma positiva con los dem s y la habilidad para trabajar adecuadamente en un puesto de trabajo o labor desempe ada. Diversos autores concuerdan en que el pensamiento y la conducta son una funci n de la experiencia y el ambiente social. En este sentido se destaca que la experiencia con desaf os estresantes en el nivel individual puede influir en los cambios emocionales, neuroendocrinos y psicol gicos que finalmente afectan a la funci n inmunol gica (20).
La inteligencia emocional en el personal de salud se trata de la habilidad, en cualquier tipo de personal de salud, para percibir, valorar, expresar y utilizar las emociones de manera correcta, adaptativa y constructiva desde el punto de vista personal y profesional. La inteligencia emocional en este caso est referida a los comportamientos, habilidades y capacidades interpersonales necesarias para el desempe o profesional (21). Algunos investigadores han estudiado los aspectos claves que inciden en el desarrollo de la inteligencia emocional, as como la preocupaci n por las dificultades en los profesionales asistenciales a la hora de afrontar, regular y canalizar sus emociones, estresores y malestares propios de la atenci n en el entorno cl nico.
La inteligencia emocional es fundamental para comprender y regular las emociones de uno mismo. Solo desde una regulaci n emocional satisfactoria ser posible empatizar y ayudar a los dem s. La actuaci n emocional del personal de salud condicionar su respuesta m dica y, en consecuencia, el bienestar del paciente (22). La escasez de profesionales del rea de la salud con formaci n en estas competencias emocionales ha llevado, en muchos casos, a una manifestaci n de situaciones afectivas de tipo negativo en los mismos, como son: enfado, culpa, agotamiento al no saber manejar situaciones emocionales tanto propias como del paciente (23).
Las investigaciones realizadas en las ltimas d cadas han evidenciado que el personal de salud se encuentra situaciones dif ciles que afectan constantemente su salud emocional y laboral, presentando manifestaciones como desgaste profesional, desesperanza, d ficit en la calidad de vida y problemas f sicos. Adicionalmente, se han demostrado que existe una gran relaci n entre la manifestaci n de estas situaciones y la falta del desarrollo personal y un adecuado nivel de inteligencia emocional (24). Por lo tanto, es importante que los profesionales del rea de la salud desarrollen un adecuado nivel de inteligencia emocional incluso desde sus propios hogares con su familia, donde se les permita desempe arse en sus roles de la manera m s eficiente posible para mejorar la calidad de la atenci n en su vida laboral.
Las habilidades emocionales deben aplicarse en diferentes contextos y en cada situaci n para desarrollar personas emocionalmente inteligentes. La implicaci n de la familia en el desarrollo humano y personal de todos sus miembros contribuye tambi n al desarrollo de diversas habilidades de inteligencia emocional, que est n dotadas de emociones. Indispensable y m s que utilizable en cualquier tipo de ambiente (25).Por tal raz n la IE juega un papel muy importante en el desempe o profesional, su capacidad para relacionarse efectivamente con los dem s y su xito general en el entorno laboral de cada nvido; por lo tanto, un desarrollo de emociones negativas limita dicho proceso.
Si se asume que, en muchas profesiones y puestos de trabajo, es necesario un alto grado de "inteligencia racional" o "cognitiva" (generalmente se asume que la inteligencia cognitiva de una persona es un factor de personalidad que no se puede cambiar a medida que avanza en edad), de la misma manera deber amos asumir que un alto grado de "inteligencia emocional" (es decir, el hecho de comprender primero nuestras emociones y sentimientos, despu s evaluarlos con perspicacia y finalmente actuar consecuentemente) podr a ser relevante para el desarrollo del desempe o laboral en determinados puestos (26). Hay que destacar que, con sus variaciones y distinto detallado, el modelo de habilidades de Goleman ha sido un modelo cl sicamente utilizado en los c rculos del desarrollo de habilidades emocionales.
Seg n el referido modelo de habilidades, se afirma que estos aspectos (inteligencia intrapersonal - inteligencia interpersonal) est n influyendo directamente en el nivel de efectividad de una persona en su rendimiento laboral (24,27). La inteligencia intrapersonal se ocupa de la gesti n de las emociones propias, la realimentaci n que nos aportan, as como la direcci n de la energ a aut noma de nuestra naturaleza. Mientras que la inteligencia interpersonal se ocupa del mismo proceso, aplicado esta vez a las relaciones con el entorno.
Goleman postula que las emociones influencian el pensamiento, creando una suerte de "inteligencia emocional". El modelo que ha confeccionado para entender estas habilidades agrega el concepto de "inteligencia intrapersonal". Este modelo propone una nueva teor a de la inteligencia en la que las emociones desempe an un papel fundamental. As , el libro originalmente titulado Emotional Intelligence fue un gran xito y tuvo un impacto considerable en todos los mbitos de la vida cotidiana (28).
Las habilidades de la inteligencia emocional constituyen las competencias socioemocionales m s relacionadas con la eficacia profesional. La gesti n emocional es la competencia m s importante social y laboralmente a juicio de reconocidos expertos. Varios estudios han demostrado que estos modelos pueden modificarse y, por lo tanto, entrenarse. Tal y como han demostrado estudios previos, los componentes de IE reducen significativamente el estr s, la ira y la depresi n y aumentan el bienestar emocional.
La comunicaci n efectiva es un aspecto fundamental para el logro de los objetivos de cualquier persona involucrada en el cuidado de la salud, ya que tiene la capacidad de establecer una muy buena relaci n m dico-paciente y m dico-familia y fomentar h bitos saludables, pero sobre todo actitudes positivas para recuperar la salud en el paciente y para fomentar un buen ambiente de trabajo (29). Se espera un buen trato y comunicaci n efectiva durante una atenci n m dica; pero por otro lado tambi n ser necesario mantener una comunicaci n efectiva con los colegas que trabajen en el mismo centro sanitario.
Las habilidades emocionales de los profesionales, especialmente de las habilidades interpersonales, se vuelve clave para relacionarse en los distintos contextos asistenciales, gestionar los sentimientos y actuar de forma efectiva durante los procedimientos, exploraciones o tratamientos. Es por ello que ser a de suma importancia disponer de un programa de desarrollo de la IE que facilite tanto el autoconocimiento, autocontrol y automotivaci n, como las habilidades sociales que permitan establecer una relaci n de ayuda con entorno m s favorable posible para el paciente.
A la vista de lo expuesto, parece conveniente estimular el desarrollo de la inteligencia emocional en los profesionales de la salud, potenciando sus habilidades comunicativas, el autocontrol emocional, el manejo de situaciones de estr s, la empat a con los pacientes, las habilidades de negociaci n y resoluci n de conflictos, y promoviendo actitudes de solidaridad, amabilidad, respeto y tolerancia hacia los pacientes (30). Adem s, la evaluaci n de su contribuci n como constructo independiente para el bienestar y rendimiento de los trabajadores del mbito sanitario supone un primer paso para considerar el desarrollo potencial del personal, reconociendo no solo el constructo en s , sino tambi n la posible existencia de diferencias individuales entre ellos y la necesidad de desarrollar programas que ayuden al personal en aquellas reas en las que carecen de inteligencia emocional.
En este sentido los autores del presente trabajo enfatizan la importancia de implementar programas de formaci n en inteligencia emocional para el personal de salud, que posean altas competencias emocionales que desarrollen habilidades y actitudes clave para la gesti n de situaciones emocionales dif ciles, contribuyendo decisivamente al bienestar de los pacientes, a la evitaci n de errores y recibiendo reconocimiento social por su labor profesional, humana y solidaria para con los pacientes.
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Impacto de la inteligencia emocional en el bienestar del personal de salud
El grado de bienestar emocional es un buen indicador de la salud emocional de una persona. Cuando las emociones negativas tienen el control de nuestro estado de nimo, la gente suele deprimirse, ser incapaz de concentrarse o dormir bien. En cambio, sentir la alegr a de la vida, el amor incondicional, la lealtad y la amistad, tener confianza en las propias infalibles, en definitiva, ser plenamente consciente y emocionalmente libre, aportan nuevos significados, sabidur a y autoeficacia que consolida la salud (31). Es necesario imitar la vida en relaci n con la inteligencia emocional del personal de salud, desde la medicina, la pedagog a, la psicolog a hasta el coaching y la propuesta de diferentes y m s adecuadas f rmulas de liderazgo de equipos de trabajo.
Ante la continua situaci n de exposici n a estas demandas, el profesional sanitario debe poner en marcha unas competencias espec ficas que le ayuden a afrontar esta situaci n de forma eficaz. La opini n m s generalizada y aceptada a nivel internacional es la posibilidad del desarrollo de competencias emocionales, es decir, de habilidades para el manejo de los propios sentimientos y para establecer v nculos satisfactorios con los dem s, las cuales producen importantes beneficios tanto a nivel personal como profesional (32).
El bienestar laboral es un estado deseable tanto para el individuo como para la organizaci n, ya que es promotora de una calidad de atenci n inmejorable y disminuyente de errores por la disminuci n de estr s y de insatisfacci n laboral, adem s mejora los resultados cl nico-sanitarios (33). Por ello es necesario diagnosticar cient fica y rigurosamente los niveles de bienestar y sus factores precipitantes. La alta dedicaci n que se requiere para el desempe o de una profesi n a nivel asistencial conlleva frecuentemente que el personal sanitario, entre otros perfiles laborales, puedan vivir situaciones que amenacen su bienestar, con las consiguientes consecuencias para la calidad de la atenci n prestada, y por tanto la necesidad de fomentar el desarrollo de sus competencias emocionales como estrategia para evitarlo.
La capacidad de lograr un nivel ptimo de bienestar depende en gran medida de las habilidades y capacidades emocionales con las que cuente el individuo para enfrentar adecuadamente reacciones, situaciones o eventos personales y sociales cotidianos. Dentro del contexto de la salud, concebir a la persona m s all de su devenir fisiopatol gico y contemplarla como un ser aut nomo, capaz de enfrentar y adaptarse a los factores que genere su enfermedad, es vital en la construcci n de modelos innovadores de atenci n en los que el bienestar personal fomente el buen trato y cuidado tanto a quien se atiende como al trabajador de la salud que lo atiende (34). El bienestar personal y la salud dependen en gran medida de la capacidad que tiene el individuo de percibir, identificar, comprender, manejar y controlar efectivamente el propio repertorio emocional y el de los dem s.
DISCUSI N
El bienestar en el lugar de trabajo de los profesionales de la salud, cobra especial relevancia porque mediante el manejo emocional de los usuarios se pretende moderar la ansiedad infundada o la falta de inquietudes en situaciones de crisis asistencial para promover el desarrollo de habilidades hacia la resoluci n del problema, en un ambiente de sensibilidad humanizada (35).Los profesionales del campo de la salud, desarrollan su actividad asistencial y extra asistencial en un entorno con unas caracter sticas especiales de trabajo psicosocial con alta intensidad laboral, a menudo con turnos (diurnos, mixtos o de noche), que altera los biorritmos y muchas veces la vida familiar y social del propio profesional, con falta de autonom a y de reconocimiento de su trabajo (36,34). Adem s, su actividad es fundamental en la necesaria distribuci n de tareas, comunicaci n o relaciones tanto con sus pares de trabajo como con otros integrantes del sistema sanitario (en especial con los m dicos, en quien deben insistir en que se ocupe de los problemas que exceden sus conocimientos y competencias, en la adhesi n del paciente a su tratamiento y continuidad de cuidados desarrollados) u otras personas o instituciones, para el cuidado del usuario en su domicilio o en un centro de instituciones.
La inteligencia emocional del personal de salud, en el mbito de la legitimaci n de sus sentimientos, posibilita la regulaci n de estos en la intervenci n utiliz ndolos de manera adecuada en su pr ctica transformadora. El profesional de salud, independientemente de la funci n asistencial, debe adem s de ser capacitado asistencialmente, educarse emocionalmente, necesitando para ello competencias emocionales y suscitar un clima emocional positivo en diferentes situaciones y un entorno emocional repetitivo, para afrontar los cambios en su entorno laboral (37). El clima emocional identificable en el equipo, influye en cada uno de los miembros, suscitando sentimientos y estados de nimo que afectan a su desempe o global, a la cooperaci n entre los mismos y en la experiencia del paciente o usuario.
En adici n a los beneficios de reducci n del s ndrome de burnout, mayor bienestar y motivaci n que obtendr an los profesionales, con el desarrollo de la IE del personal se reducir a la ausencia laboral y disminuir a el n mero y tipos de errores producidos; de los que algunos pueden ser percibidos seriamente como faltas graves al grado de ser castigados ticamente y en algunos pa ses por las leyes pertinentes (38). Por otra parte, este equilibrio emocional se extender a la vida privada de stos, ayudando al mejor desempe o y equilibrio de su vida laboral-familiar. Seg n Daniel Goleman, el xito de un profesional en el mbito laboral no se debe ni a sus conocimientos ni a su capacidad de ejercer poder, pues ambas caracter sticas han sido requeridas (y seguramente seguir n si ndolo) para ascender, sino a sus aptitudes emocionales. Personas con habilidades emocionales bien desarrolladas ser n personas excepcionalmente creativas e innovadoras tanto en su trabajo como en su vida personal.
Los efectos de la IE en la funci n asistencial de los profesionales sanitarios aportan en la mejora del desempe o asistencial de la labor del profesional, una disminuci n en los errores, su capacidad para resolver conflictos y la satisfacci n de los pacientes de la misma forma mejora el clima organizacional y brinda armon a y cohesi n en el equipo de trabajo. Adem s, se ha demostrado que la IE del personal de salud est relacionada con la reducci n del estr s laboral, la prevenci n del burnout y la promoci n de un ambiente de trabajo saludable. Esta situaci n pudiera estar influenciada directamente con el no cuidado adecuado a nivel personal del estr s emocional, manifestando bajo rendimiento en la resoluci n de problemas complejos o situaciones con un alto grado de conflictos (39). Por consiguiente, de manera indirecta podr a influir en el incremento de situaciones relacionadas con el desgaste tanto f sico como emocional.
Diversos estudios sostienen los beneficios de combinar el entrenamiento en IE con la pr ctica del Mindfulness, ya que trae efectos positivos como una reducci n del estr s, aumento de la atenci n en el momento presente y una mayor regulaci n emocional. La promoci n de la IE se debe considerar como un pilar b sico para el cuidado y prevenci n de la salud, que busque la incorporaci n de competencias emocionales. Resulta fundamental redefinir la cultura laboral en un sentido positivo y saludable, fomentando entre otras cosas un buen clima laboral, la gesti n positiva del estr s y la motivaci n por la profesi n (40).
Profundizar y desarrollar las competencias emocionales en los profesionales de la salud para mantener relaciones interpersonales m s arm nicas y eficaces supondr a una mejora sustancial en las relaciones con las personas a su cuidado. Por otra parte, adoptar actitudes vitales m s saludables que fomenten pr cticas de autocuidado profesional supondr a una mejor predisposici n al tratamiento y a la recuperaci n para los pacientes. Por lo tanto, el enriquecimiento competencial a trav s de la promoci n de habilidades emocionales proporcionar a los profesionales de la enfermer a las herramientas necesarias que favorezcan el cumplimiento del prop sito ltimo del cuidado enfermero, lo que redundar en beneficios para ambas partes.
CONCLUSIONES
La inteligencia emocional es esencial en los procesos de selecci n, extendi ndose m s all del mbito de la salud debido a sus m ltiples beneficios. En medicina, facilita una relaci n emp tica entre profesional y paciente, mejorando la comunicaci n y la calidad de la atenci n. Su desarrollo es crucial en la formaci n universitaria para mejorar el manejo emocional y reducir errores cl nicos, promoviendo una conexi n m s profunda entre el personal sanitario y el paciente, mejorando la satisfacci n y el xito profesional que promueva una atenci n al paciente m s humanizada y efectiva.
En la revisi n sistem tica se demostr que la inteligencia emocional ha ganado amplia aceptaci n en el mbito de la salud, destacando su impacto en el bienestar personal, el desempe o profesional y la calidad de la relaci n personal de salud-paciente. Adem s, que es esencial para el personal sanitario, ya que les permite establecer relaciones terap uticas basadas en la confianza y manejar situaciones emocionales con eficacia. De la misma forma la falta de desarrollo de estas habilidades puede llevar a manifestaciones negativas en los profesionales de la salud y afectar su salud emocional y laboral. Por tanto, es crucial promover programas de formaci n en inteligencia emocional para mejorar la calidad de la atenci n, prevenir errores y garantizar el bienestar tanto de los pacientes como del personal sanitario.
La relaci n entre inteligencia emocional y bienestar en profesionales de la salud destaca la importancia de desarrollar competencias emocionales para enfrentar eficazmente las demandas del entorno laboral. La promoci n del bienestar emocional no solo beneficia al individuo, sino que tambi n mejora la calidad de la atenci n m dica y reduce errores y estr s laboral, permitiendo crear un equilibrio emocional en el trabajo contribuyendo a un mejor desempe o, menor ausentismo y una mayor satisfacci n laboral, adem s de influir positivamente en la vida personal de los profesionales.
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