altas. En Japón, aproximadamente el 5% de los adultos mayores de 65 años vive en
instituciones, debido a una combinación de factores como la urbanización, la disminución de
familias extendidas y la alta longevidad.
31
Este país ha recurrido a soluciones tecnológicas,
como robots de asistencia, para abordar la escasez de personal de cuidado.
28
En Alemania, un 4% de los adultos mayores está institucionalizado, con un sistema de
seguros sociales que cubre parte significativa de los costos. Sin embargo, la presión sobre
estos sistemas aumenta debido al envejecimiento acelerado de la población.
32
En Estados
Unidos, aproximadamente 1.3 millones de adultos mayores residen en hogares de cuidado,
donde los altos costos y las desigualdades en el acceso representan retos persistentes.
33
El autor considera que, aunque estos países cuentan con sistemas de cuidado más
estructurados, sus problemas comunes como la falta de personal y las desigualdades en el
acceso evidencian la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles que puedan ser
replicadas en otras regiones.
En países emergentes como China y Brasil, la transición demográfica plantea desafíos
específicos. China, con más de 264 millones de adultos mayores, enfrenta una demanda
creciente de cuidados institucionales, especialmente debido a la política de hijo único, que ha
reducido las redes familiares de apoyo.
29
Sin embargo, menos del 2% de los adultos mayores
vive en instituciones, ya que la preferencia cultural por el cuidado familiar sigue siendo fuerte.
31
En Brasil, el rápido envejecimiento de la población también ha generado una mayor
demanda de servicios de cuidado a largo plazo. Sin embargo, las desigualdades económicas
limitan el acceso a instituciones, que en su mayoría son privadas.
34
Solo el 1% de los adultos
mayores brasileños está institucionalizado, reflejando también una cultura que prioriza el
cuidado familiar.
Desde el punto de vista del autor, estos países enfrentan el reto de equilibrar tradiciones
culturales con la necesidad de desarrollar sistemas de cuidado formales accesibles y de
calidad para una población en rápido envejecimiento.
En América Latina, la institucionalización de adultos mayores es menos común debido
al fuerte énfasis en el cuidado familiar. Por ejemplo, en Argentina, el 1.8% de los adultos
mayores vive en instituciones, con una marcada diferencia entre las instituciones públicas y
privadas en cuanto a calidad.
35
En Chile, esta cifra es del 1.5%, destacándose un sistema